La caída real de los salarios en Japón se entrelaza con la desaceleración económica.

Rápida caída de los salarios reales, la inflación sigue erosionando los ingresos
Los últimos datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón muestran que en mayo de 2025 los salarios reales ajustados por inflación cayeron un 2.9% interanual, siendo la mayor caída en casi 20 meses y marcando cinco meses consecutivos de descenso. A pesar de que las negociaciones laborales de primavera anteriores lograron el mayor aumento salarial en más de 30 años, la inflación ha estado por encima del objetivo del 2% del Banco de Japón durante un tiempo, y los últimos datos indican que se mantiene en el 3.5%, erosionando los efectos positivos del aumento salarial.
Los datos del gobierno muestran que, desde finales de 2021, aunque los salarios nominales han aumentado continuamente, más de 30 de los últimos 41 meses han visto una caída interanual en los salarios reales, mostrando que la presión inflacionaria sigue erosionando el poder adquisitivo real de las familias japonesas, con un notable impacto en el gasto del consumidor.
Ralentización del crecimiento económico, exportaciones débiles limitan el espacio para subir tasas
En el primer trimestre de este año, la economía de Japón disminuyó un 0.2% respecto al trimestre anterior, marcando el primer crecimiento negativo en un año, y la débil demanda de exportaciones ha afectado la recuperación de una economía dependiente del comercio. Al mismo tiempo, Estados Unidos podría imponer un arancel del 25% a los productos japoneses a partir del 1 de agosto, aumentando aún más la incertidumbre de las exportaciones.
El mercado está atento a si el Banco de Japón seguirá adelante con una subida de tasas en el contexto actual de aumento del proteccionismo global y amenazas arancelarias para controlar la inflación persistentemente alta, o si optará por mantener bajas las tasas de interés para apoyar el débil crecimiento económico.
Opinión dividida del mercado, el Banco de Japón muestra prudencia
Existen puntos de vista divididos en el mercado sobre los próximos pasos del Banco de Japón. Hirofumi Suzuki, estratega jefe de divisas del Banco Sumitomo Mitsui, señala que la debilidad de los salarios reales indica que el consumo podría ralentizarse, y que el impulso general de la expansión económica es insuficiente, lo que podría hacer que el Banco de Japón posponga el alza de tasas para evitar impactar a la demanda interna.
Jesper Koll, director del Grupo Monex, cree que la inflación actual está aumentando más rápido que los salarios, lo cual podría llevar al gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, a insistir en un aumento de tasas para enfrentar la inflación importada y fortalecer el yen, aumentando así el poder adquisitivo nacional y reduciendo la presión de los costos de importación.
Vishnu Varathan, director gerente de Mizuho Securities, opina que, en el contexto de incertidumbres arancelarias y desaceleración económica, el Banco de Japón debería optar por mantener su posición para observar el impacto real de las expectativas de ajuste en la economía y el mercado. Afirma que, en el entorno actual, el Banco de Japón tiene poco margen para continuar elevando tasas, y que la precaución podría ser la mejor opción.
La ruta de políticas del Banco de Japón se ve obstaculizada por múltiples factores
El Banco de Japón ha destacado durante mucho tiempo la necesidad de formar un ciclo virtuoso de "subida de salarios impulsando el aumento de precios" antes de considerar un alza de tasas, pero la realidad es que el aumento de precios ha superado el crecimiento de los salarios, dificultando la realización de este objetivo. Junto con las fricciones comerciales entre EE. UU. y Japón y las amenazas arancelarias potenciales, el Banco de Japón se enfrenta a un difícil equilibrio entre controlar la inflación y mantener el crecimiento.
En el futuro, si la inflación continúa en niveles elevados y los salarios reales siguen disminuyendo, el Banco de Japón podría verse obligado a retrasar las subidas de tasas, mientras que si la inflación importada empeora y provoca una mayor depreciación del yen, el banco podría considerar subir las tasas para reforzar la moneda y el poder adquisitivo de los residentes.
En el contexto de una desaceleración económica global y un entorno comercial complejo, cada ajuste de política del Banco de Japón podría desencadenar efectos en cadena que afecten a los mercados financieros de Japón y Asia.


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